sábado, 23 de abril de 2011

El de las veredas y los corazones gastados

Cuando la noche cae pesada
sobre las veredas
que están lejos del mar
y lejos de las cumbres,
las veredas que pisamos
los que flotamos
en este cómodo infierno
con vista al cielo,
donde los árboles se mueven
por el viento
que sopló nuestro ayer
para enviarnos con una patada de aire
hacia el mañana,
las veredas donde el amor
es el charco donde no se refleja
ningún rostro
y las penas son las baldosas flojas
que ensucian nuestro caminar,
un perro le ladra a la luna
sin mover la cola
porque el sabe
que en estas veredas
cuando la noche cae
se abren los parpados
de los corazones
gastados de caminar
por ellas.

jueves, 14 de abril de 2011

Esta habitación

Ahora que toda las cosas de la habitación
estan cansadas y viejas y marchitas,
que no hay nada contra lo cual luchar,
que no hay luces que incandilen mis días.

Esta habitación llena de sombras
y este no saber dialogar,
estos cuadros que esperan
y estas paredes que lo saben todo.

Esta habitación ebria de recuerdos
que clavan sus agujas
en las venas de mi pasado.

Yo, en esta habitación,
me enredo en el poema
que no se sabe escribír solo,
que cuesta una noche, una pena,
ocho cigarrillos y la seguridad
de seguír enamorado
de un rostro que no recuerdo.

martes, 5 de abril de 2011

Nada nuevo abajo del cielo

Un perro ladra mirando la pared
mientras llueven gotas tristes
en Buenos Aires.

Camino mirando el suelo
con la dulce sombra de tu ausencia
pegada a la sombra de mi cuerpo.

Escucho el ruido
del espejo del pasado
que se rompe en mis espaldas
y no me importa, camino.

Camino empapado en tristeza,
mientras mis huesos silban
la melodía fúnebre
del que espera sabiendo
que no hay nada.