Mientras el tiempo
se amontona en los rincones
y no deja que la luz lo vista.
Mientras las voces
entran por la ventana
sin dejar de ser un zumbido
carente de sentido.
Yo espero
en mi habitacion, solo,
ensayando la bienvenida
que quizas nunca pueda darte.
miércoles, 17 de marzo de 2010
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