martes, 5 de abril de 2011

Nada nuevo abajo del cielo

Un perro ladra mirando la pared
mientras llueven gotas tristes
en Buenos Aires.

Camino mirando el suelo
con la dulce sombra de tu ausencia
pegada a la sombra de mi cuerpo.

Escucho el ruido
del espejo del pasado
que se rompe en mis espaldas
y no me importa, camino.

Camino empapado en tristeza,
mientras mis huesos silban
la melodía fúnebre
del que espera sabiendo
que no hay nada.

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