martes, 26 de mayo de 2009

PAJAROS SECOS

Mis lagrimas no hacen ruido,
mis pasos no alejan
y mi vaso tiene, en esta noche,
las dos mitades vacias.

Y aunque no quiera te veo
en el silencio de mi habitación
y te escucho en la oscuridad
de mis días.

Pero mi boca no se ríe,
mis ojos no miran
y mis luces son pajaros secos
volando siempre a media altura.

Las despedidas resuenan
como campanas envenenadas
en esta noche
en que mis manos no me cubren
y mis palabras
se cansan de buscarte
en hojas vacias.

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