Estabas tan linda esa noche,
con los ojos rojos y las manos frias,
que la luna sonreía a tus espaldas
y los perros ladraban canciones
que me resultaban familiares.
Desayuno un cafe
en el comedor de mi casa
y los besos que nunca nos dimos
se sientan a mi lado
y me miran
y yo no se que decirles.
Estabas tan linda esa noche...
Me acuerdo de tus pies
vestidos de zapatos negros
moviendose mas rapido que tus piernas
y de tus muecas de asombro
mientras yo te hablaba
de cosas que no me acuerdo.
Te pienso esta mañana
y el cafe se me enfría
y esos besos, los que nunca me diste,
se van de mi lado
mientras los perros siguen cantando,
esta vez, sin luna ni asombro.
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1 comentario:
asi si...
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