Estoy aca
mientras las madrugadas
se desploman detras del ventanal.
Estoy al norte de todo
y al sur de la nada.
Ahora que los cuerpos se fueron
quedan las voces que me llaman
reclamando eso que no tengo.
El amor duele
y sus imitaciones también.
Estas madrugadas no tendrian que existir,
como tampoco este dolor
que siento aca,
justo donde se forma el cariño.
El amor duele,
el tiempo corre
y el olvido se esconde
demasiado bien.
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2 comentarios:
Extrañar es nuestro hogar ultimamente...
Como una gota de aire, y un puñado de semillitas que se resvalan y caen formando un dibujo inexistente y tan real. Así se siente, lo que dices.
Hermoso pasar por aquí :)
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