Solo aire viciado entre humo
y paredes despintadas,
unas fotos pegadas que lo miran todo
y yo tratando de respirar
lo que queda de vida en el ambiente.
Pasan las horas, pasan los días,
cambian las caras,
los vasos se llenan y vacían.
Pero ella no vuelve.
Puedo sentir el reclamo de mis brazos
y de mi boca y de mi vida entera
al sentirse abandonados.
La pienso cigarrillo tras cigarrillo
sin poder llegar a ningun lado.
Respiro un poco mas,
mas lento, mas hondo,
mientras tanto mi nombre
le teme a su olvido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
...miedo al miedo...
Publicar un comentario