martes, 6 de octubre de 2009

La despedida del pajaro sin alas

Fue una mañana de invierno,
en un taxi.

Era la despedida, el final,
el último beso.

La vuelta a casa, la caminata
con las manos en los bolsillos
y la mente disparando imagenes
que se proyectaban en mi horizonte.

Se fue dejandome clavado su perfume
de pajaro sin alas y llevandose esos ojos
que tantas noches desee que me miraran.

Se fue con sus penas y su paso cansado
de tanto andar por los umbrales del amor.

Se fue dejandome la vida entera
para recordarla.

1 comentario:

- dijo...

foo me gustan tus poemas
tienen cosas interesantes


(igual creo que te falta agresividad, bronca quizás)

saludos chee