El ruido del vaso de whisky
retumba bajo mi nombre
y el polvoso eco de tu risa
aun hace estremecer esta habitación.
Es noche de guerra.
Una guerra entre el olvido y yo,
mi trinchera es esta silla, este cuaderno y esta lapicera.
La suya es el mundo entero.
Otro trago
mientras las bombas explotan cerca
y algo se desangra y no muere.
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