viernes, 4 de marzo de 2011

Soplando entre mis cosas

Acá mis palabras, mis poemas,
mis pasos perdidos
en la niebla espesa de una mañana
de agosto.

Acá mis voces gritando
debajo de mi voz,
mis voces cantandole
plegarias a un dios muerto.

Un disco girando en el tocadisco
me hace recordar que estoy vivo
debajo de mis huesos y mi piel,
un libro de Artaud abierto
en la pagina treinta
me mira desde el suelo.

Acá la sombra de un amor
proyectandose en el techo
mientras las paredes
se agitan nerviosas.

Acá el viento de la nada
soplando entre mis cosas,
los puentes alejando
y los abismos uniendo
mis días.

lunes, 14 de febrero de 2011

Que Rimbaud, un disco o cualquier cosa

Alguna colilla de cigarrillo
con olor a humedad
posada sobre el borde del cenicero
o al costado de el,
un poema de Rimbaud,
un ventilador que tire aire caliente
una mañana de enero
o una sabana azul y negra a rayas.

Otro vestido con el borde desconcido,
las cuatro de la tarde de un día jueves,
un disco de folk en una caja equivocada,
la ventana cerrada de un colectivo
que cruza el centro de la ciudad
o mejor aun, el ruido de las llaves
al girar en la cerradura.

Cualquier cosa, cualquier momento
que le recuerden que sigo vivo
y dejen que mis penas
lloren a traves de sus ojos.

lunes, 24 de enero de 2011

Del otro lado de la noche

En la oscuridad
de la noche de todas las noches,
cuando la tristeza
es un zumbido en el oido
de la ciudad
y los perros ladran
y rompen las bolsas de basura.

Cuando el vecino de todos
da vueltas en su cama
pensando en el alquiler y el trabajo,
los gatos maullan y escapan
de sus sombras por los techos.

En el silencio hondo
del cantar de los muertos
el olvido construye puentes
para llevarme
del otro lado de la noche.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Por que si

Este es el poema de siempre,
el de la ventana cerrada y el cigarrillo,
el del ruido de zapatos
que no retumba mas
debajo del techo de tu nombre.

Este es el poema del whisky
y de todos mis pensamientos vanos,
el de los perros que le ladran
a una pared vacia,
el de las noches sin horas,
el de los barcos que olvidan los puertos.

Este es el poema que canta
por que no tiene otra cosa que hacer,
que ríe, que llora y que vuelve
a caer en sus laberintos.

Este es el poema que se escribe solo
en una noche de verano,
con un cigarrillo colgando de sus palabras
y un vaso de tristeza
para quemar la garganta del lector.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Media botella

Media botella de whisky
para el resto del día y la noche,
media botella mirandome
al lado del velador,
cerca de la cama,
donde mi tristeza nunca duerme.

Media botella de whisky
que ojala ahoguen
estas palabras que se aferran
con sus uñas a mis tripas.

Ladran rabiosas mis penas
mientras el sol
no sabe que estoy detras de la pared,
debajo del techo, debajo de mi nombre.

Media botella y mis huesos
para sostenerme
el resto del día y de la noche.

martes, 26 de octubre de 2010

Si aun lo sabe

La noche golpea
con sus manos
la ventana del bar
y yo pido otra ginebra.

Es la mesa de siempre,
del bar de siempre,
a la hora que nunca.

Hace mucho la ame
y ella lo supo.

Ahora no hay nada,
solo este vaso,
mis ganas de salir a fumar
y algunas personas
caminando por la vereda.

Hace mucho, no es tanto.

Es apenas la distancia
entre el último beso
y estar sentado en este bar.

Este trago y este poema
son para ella.

Si aun lo sabe.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Busqueda

En los rincones de una ciudad en ruinas
busco excusas para seguir buscando
tu nombre en cada cosa que me rodea.

Describo con detalle esta espera
como si en ella se me fuera la vida.

Te busco en el viento, en la noche,
en el frio, en el whisky.

Te busco en palabras malditas
que solo arden en el fuego
de tu ausencia.