martes, 9 de diciembre de 2008

Capitulo 11

Era en un octavo piso sobre la Avenida Santa Fe. Toque el timbre y bajo a abrir. Estaba hermosa, tenía el pelo mojado, un pulóver negro y una pollera larga. Estaba sonriendo. Nos saludamos. Subimos.
Yo había llevado una botella de whisky para tomar, la dejamos sobre la mesa y nos sentamos. Ya tenía preparada la comida, pollo y ensalada.
Hablaba bastante, pero raramente no me cansaba ni molestaba que lo haga. Me contaba de su trabajo de diseñadora gráfica y de que su familia vivía en Cordoba.
Yo le dije que estaba sin trabajo y buscando casa. Que lo que dije el día de los premios sobre que era técnico de sonido era mentira. Ella se rió y tomo un trago de vino.
Después de comer ella se sentó en el sillón que había en el comedor y yo me quede en la silla. Nos servimos dos vasos bastante llenos de whisky y dejamos de hablar por un momento. Nos mirábamos, ella seguía sonriendo y yo movía el vaso y hacia ruido con el hielo que chocaba contra sus bordes.
- ¿en qué pensas?- me pregunto
- En nada, te estaba mirando la sonrisa
- Tenes una mirada rara
- No se, nunca me mire- tomé un trago
- ¿Por qué me miras tanto?
- No se, me gusta mirarte
Nos quedamos en silencio un rato largo. Miré el reloj y eran las tres de la mañana.
- bueno Lucia, me voy yendo, estuvo muy lindo todo.
- Tomaste mucho como para irte solo, ¿no te querés quedar?- no había tomado tanto en realidad.
Me levante y me senté al lado de ella. Me agarro la mano y nos besamos. Luego nos servimos otros dos vasos de whisky y seguimos besándonos entre sorbos que a esa altura ya no nos quemaban la garganta.
Cuando terminamos nuestras bebidas eran casi las cinco de la mañana. Fuimos a su habitación y nos acostamos.
Ella apoyo su espalda contra mi pecho, sentí el perfume de su pelo y sus pies fríos tocar mis pies. Nos dormimos de esa manera.

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