miércoles, 21 de enero de 2009

Capitulo 25

Hice ese trabajo con Javier dos fines de semana seguidos. Después no fui más. Seguía viviendo con mis padres y gastaba mis horas durmiendo o leyendo poesías de Alejandra Pizarnik. Una frase de ella se había pegado en mi mente como una calcomanía: “Partió de mi un barco llevándome”. Esa frase venía a mis pensamientos una y otra vez durante las noches. Yo dormía poco, muchas noches las pasaba sentado en el patio mirando el cielo negro con mi perro al lado.
Fue la mañana del tres de abril. Me levanté y mientras desayunaba mirando el noticiero con mi mamá me llego un mensaje de Lucia al teléfono:
- VOLVI A BS AS. PODEMOS VERNOS?
Lo que había estado esperando meses estaba pasando y me sentía raro. No sabía si quería verla. No sabía que iba a decirme ni que iba a decirle yo. Le respondí:
- SI PODEMOS. CUANDO? A QUE HORA?
Me respondió rápido:
- HOY. A LA NOCHE PODES VENIR A CASA?
El corazón me latía fuerte. Estaba ansioso.
- SI. A LAS 10 VOY. BESO.
El día se me hizo interminable. Traté de dormir la siesta pero no pude. Me fumé un atado entero de cigarrillos mientras se me mezclaban los recuerdos de Lucia, la espera, Mariela y la frase de Pzarnik.
Me bañé, me puse un pantalón negro de jean, una remera verde oscura y un saco de lana marrón, me afeité y me fui a tomar el colectivo doce hasta Palermo. Era una sensación extraña entre nostalgia, nervios y tristeza

No hay comentarios: