Tenía bastante plata juntada, algo mas de dos mil pesos, pero no quería gastarla así que decidí quedarme en la casa de mis padres. Esa semana salí solamente para ir a visitar a mi amigo Javier. Lo llamé una noche y como siempre me invito a su casa.
- Pablito, tanto tiempo. Donde andabas? – me pregunto mientras cerraba la puerta para que su perro no salga a la calle.
- En mar del plata, volví esta semana.
- Mira vos que loco. Querés una birra?
- Si dale. Estuve varios meses. Esta lindo allá. Conocí buena gente.
- Alguna mina? – mientras servia dos vasos de cerveza.
- Si, pero mejor no hablar de eso. Me fui sin avisarle.
- Y llamala, decile que la queres, que se yo…
- No, mejor asi…
Javier me contó que no habían echo el robo con el primo. Por que tuvieron un problema con el auto que iban a hacerlo y después Marcos (el primo) se había echo amigo de unos que paraban por ahí y era probable que lo reconozcan.
igual en cualquier momento hacemos una grande- me dijo riéndose y levantando el vaso para brindar. Brindamos y yo también me reí. Javier era un buen tipo.
Me ofreció trabajar con el los fines de semana armando los puestos de la feria de Plaza
Francia y le dije que si. Nos pagaban setenta y cinco pesos a cada uno. Había que hacerlo los viernes a la noche y después quedarnos hasta la mañana para poner las luces y volver el domingo a desarmar todo.
Volví a cenar a casa. Era jueves. Quedamos con Javier en ir al día siguiente a hacer ese trabajo.
Cuando me acosté le mande un mensaje a Lucia.
TE EXTRAÑO, TE ESPERO.
Para mi asombro me respondió rápido:
TE QUIERO.
Me fumé un cigarrillo mirando las paredes y el techo. Estaban igual que siempre. Desde que había vuelto no las había mirado con atención. Me dormí.
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1 comentario:
Mati copado!!!!
nice history!!!
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